Tejiendo redes con Palas Atenea đ§ đĄïžđ â DĂa 9

Palas Atenea, la diosa de la estrategia, la sabidurĂa y las artes Ăștiles, siempre ha estado presente en mi vida. No es una figura de fuerza bruta ni de impulsividad: ella piensa, observa y diseña antes de actuar. Cada una de sus herramientas âya fuese un arma, un tejido o una mĂĄquinaâ tenĂa un propĂłsito. Estaban al servicio de la comunidad, de la vida en comĂșn, nunca del ego.
Cuando miro mi camino como ingeniera de software, no puedo evitar reconocerla en mĂ. La tecnologĂa, como el filo de una espada, puede ser un arma o un puente. Puede esclavizarte en horas interminables frente a pantallas, atraparte en mĂ©tricas, lĂneas de cĂłdigo y obsesiones⊠o puede abrirte horizontes, darte libertad, independencia, propĂłsito.
Yo conocĂ ambas caras. Hubo momentos en los que programar era un refugio frente al dolor. En mis horas mĂĄs oscuras, cuando la vida parecĂa desmoronarse, me sentaba frente a la computadora a escribir sin parar. LĂnea tras lĂnea de cĂłdigo, me perdĂa en lĂłgicas y algoritmos. Pero con el tiempo entendĂ que no estaba escapando: estaba construyendo. Ese teclado fue mi arado, y el software mi campo fĂ©rtil. Atenea me acompañaba, recordĂĄndome que cada algoritmo era tambiĂ©n un acto de supervivencia, de esperanza, de creaciĂłn de un futuro posible.
No fue fĂĄcil. La tecnologĂa tambiĂ©n puede volverse cĂĄrcel cuando se usa como evasiĂłn. Pero Palas me enseñó algo vital: no basta con programar, hay que programar con propĂłsito. Cada proyecto en el que me involucro âdesde aplicaciones hasta plataformas de medios digitalesâ se convierte en una pieza de mi sanaciĂłn y de mi crecimiento.
Y mĂĄs allĂĄ del cĂłdigo, Atenea me muestra otra de sus facetas: el liderazgo estratĂ©gico. Hoy en TNO me rodeo de productores de diferentes rubros: comunicadores, diseñadores, mĂșsicos, periodistas, artistas. No todos hablan el âlenguaje tĂ©cnicoâ, pero yo puedo traducirlo, integrarlo, darle forma. GuĂo a pasantes, colegas y colaboradores, y descubro que mi papel no es solo el de programadora, sino el de tejedora de redes humanas a travĂ©s de la tecnologĂa.
Ese es, en el fondo, mi verdadero trabajo tanto en TNO como en mi rol como ingeniera: crear redes y vincular diferentes ĂĄreas en una, utilizando la tecnologĂa como el instrumento que permite esa conexiĂłn. La tĂ©cnica, por sĂ sola, no tiene alma; lo que la convierte en puente es el propĂłsito de unir, de acercar, de entrelazar talentos y disciplinas difundiendo mensajes al mundo entero.
Esa es la Palas Atenea en mĂ: la que no usa la tĂ©cnica como un fin en sĂ mismo, sino como un tejido que conecta, protege y fortalece. La que sabe que el conocimiento es mĂĄs valioso cuando se comparte y se convierte en comunidad.
Hoy sĂ© que cada estrategia que diseño, cada lĂnea de cĂłdigo que escribo, no es un acto mecĂĄnico: es un acto de libertad. Porque la verdadera sabidurĂa estĂĄ en entender que la tecnologĂa no es una cĂĄrcel donde perdemos la vida, sino un puente hacia lo que podemos llegar a ser.
âš ÂżQuĂ© lugar ocupa la tecnologĂa en tu vida: un puente hacia tu propĂłsito o una cĂĄrcel que te consume?